Es cierto que el escoger un título llamativo para nuestro libro es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta. Sin embargo, es algo que solemos dejar para el final, cuando ya tenemos nuestra obra completa.
Es por esto que, quizá, sea una de las tareas más complicadas de todo el proceso de escritura. No nos vale cualquier título. Hemos dedicado mucho tiempo a mimar nuestra obra de principio a fin, y este, junto con la portada, va a ser la primera imagen que el lector se lleve de nuestro trabajo e incluso un factor determinante en la elección compra.
No os preocupéis, en este post os daremos varios consejos para que logréis dar con el título más acorde a vuestra obra, y hacer que así os quede un proyecto redondo en todos los aspectos.
LA IMPORTANCIA DE UN BUEN TÍTULO
Como hemos comentado previamente, el título es la primera imagen que el lector se lleva de nuestra obra, junto con la portada. Es un factor determinante en la decisión de compra, por lo que debemos pararnos a pensar y barajar distintas opciones, hasta dar con una que se adecue por completo a la personalidad de nuestro libro.
Además, existen otras razones por las que debemos tomarnos nuestro tiempo a la hora de elegir un buen título:
- Como veremos a continuación, el título suele dar una breve información de lo que encontraremos al abrir el libro, por lo que debemos asegurarnos de que sea lo más atractivo y acorde con el relato posible. Un título impactante llamará la atención del lector y hará que eche un vistazo a la sinopsis del libro, y si esta consigue embaucarlo, la compra está casi asegurada.
- Desde siempre, la portada ha cobrado el mismo protagonismo que el título a la hora de ser un factor determinante en la elección por parte del lector. Pero, con la llegada de las nuevas tecnologías y los libros en versión digital, muchos de ellos carecen de portada, por lo que todo el peso recae sobre el propio título.
- Un buen título puede facilitarnos mucho la difusión de nuestro libro y ser un pilar fundamental en la estrategia de marketing que vayamos a llevar a cabo.
CARACTERÍSTICAS DE UN BUEN TÍTULO
A diferencia de otras ramas artísticas en las que las obras no deben si quiera llevar un título, en la escritura no ocurre igual. Y no contentos con ello, cobra especial protagonismo.
Pero no debemos preocuparnos, puesto que, hasta el mejor de todos, solo debe cumplir con dos premisas fundamentales:
- Un buen título debe destacar entre el de los libros que rodeen al nuestro en la estantería, pero, a su vez, debe ser sutil y mostrar al lector solo aquello que queremos que vea de primeras. No pretendamos darlo todo en la primera frase, pero sí crear cierta intriga en el espectador para motivar la acción de compra.
- Además de llamar la atención, debe ser fácil de recordar. Si no en su totalidad, al menos debe contener una palabra clave que el lector reconozca con facilidad, y le sea sencillo así localizar el libro tanto en las tiendas físicas como en portales de compra online. Para conseguir esto, podemos utilizar tips como incluir números dentro del título (20.000 leguas de viaje submarino, de Julio Verne), o alguna figura retórica que resulte familiar (calambur, antítesis, hipérbaton, etc.).
Si logramos abordar con éxito estos dos aspectos, tendremos prácticamente garantizada una buena acogida de nuestro libro.

TIPOS DE TÍTULOS
A continuación, veremos cuáles son las combinaciones más comunes llevadas a cabo a la hora de escoger un título, dentro de la industria editorial:
- SUSTANTIVOS: La fórmula más clásica para obtener un título competente quizá sea la de “(artículo) + sustantivo/adjetivo + de (artículo) + sustantivo/adjetivo”. Desde luego es la más utilizada, y muchos de los títulos más importantes de la historia de la literatura siguen este patrón: El señor de los anillos, Los pilares de la Tierra o La mano de Fátima son algunos ejemplos. Aquí también podemos incluir aquellos títulos formados por una única palabra, normalmente un sustantivo, o un sustantivo acompañado de un artículo, como Aura, El Principito o Seda.
- RECURSOS: títulos inspirados en recursos literarios, frases hechas, refranes, expresiones ya existentes, etc. En esta categoría podemos encontrar ejemplos como: A duras penas u Ojos de fuego.
- PALABRAS CONTRAPUESTAS: consiste en crear un contraste llamativo que capte la atención del lector, colocando en el título palabras que, de primeras, no tienen relación ninguna. De esta forma conseguiremos crear un aura de intriga alrededor de la obra. Un ejemplo de ello sería Los caballeros las prefieren brutas, en el que las palabras «caballeros» y «brutas» crean cierta controversia entre ellas.
- PERSONAJES: existen muchos libros que utilizan como título el nombre de alguno de sus personajes principales. Esto solo es recomendable si dicho nombre tiene cierto gancho o carisma, bien sea porque se trate de una historia real o porque el nombre sea tan curioso que incite al lector a interesarse más por nuestra obra. En esta categoría encontramos sagas tan internacionales como la de Harry Potter.
- LUGARES: incluir en el título un lugar importante para el desarrollo de la trama, como podemos observar en El beso de Glasgow.
- TÍTULOS EXTENSOS: nunca han sido el ideal de ningún escritor, pero en estos últimos tiempos están cogiendo fuerza en el mercado. También es cierto que, cuantas más palabras usemos, más recursos podremos utilizar para tratar de cautivar al lector. Encontramos aquí títulos tan relevantes en los últimos años como Los hombres que no sabían amar a las mujeres, La reina en el palacio de las corrientes de aire o La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, los tres de Stieg Larsson.
CONSEJOS Y ERRORES MÁS COMUNES A LA HORA DE ELEGIR TÍTULO
Estos son algunos consejos a tener en cuenta y errores a evitar que muchos autores cometen a la hora de tratar de elegir un título adecuado para su libro:
- Evita el uso de vocabulario local. Recuerda que vivimos en la era tecnológica, y que, gracias a ello, nuestro libro puede distribuirse y venderse prácticamente en cualquier parte del mundo. Es por eso que debemos tratar de utilizar palabras conocidas por la mayoría, e incluso traducibles o interpretables en otros idiomas (en el mejor de los casos).
- Hay ocasiones en las que el título y la portada no bastan para dar a entender todo lo que queremos transmitir de nuestra obra. Es por ello que en estos casos debemos utilizar también un subtítulo que complemente la información del título. Además, estas palabras extras pueden ayudarnos a posicionar mucho mejor nuestro libro en Google, y ampliar así el número de ventas de forma significativa.
- Lo más importante de todo: no crear falsas expectativas en el lector. Recordemos que el título debe transmitir la esencia de la obra, por lo que, si este promete algo, luego la trama deberá cumplir con lo previamente prometido. No tiene por qué ser literal, es posible que hayamos utilizado recursos lingüísticos en el título que no definan al 100% la idea principal del libro, pero siempre deben guardar cierta relación o, de lo contrario, el lector podría sentirse estafado.
Esperamos que os hayan sido de utilidad estos consejos para afrontar la búsqueda del título perfecto para vuestro trabajo. De todas formas, recordad que, en Ediciones Pangea, contamos con un equipo de profesionales dispuestos a echarte una mano en lo que necesites.