Todos somos conscientes del nivel de importancia que tiene la lectura en distintos aspectos esenciales de nuestras vidas, desde laborales, hasta personales, pasando incluso por situaciones emocionales.
Es importante que desde pequeños nos inculquen cierto hábito de lectura para que de adultos se convierta en una actividad de interés cotidiana. Debemos recordar que la lectura no deja de ser un ejercicio para nuestro cerebro, por lo que, a través de ella, podremos desarrollar de manera más sencilla aptitudes como la concentración, la memoria o la imaginación.
Es por ello que la lectura es sin duda un gran aliado de nuestros adultos de la tercera edad, ya que aporta una gran cantidad de beneficios muy importantes para mejorar la calidad de vida de nuestros mayores. Alguno de ellos te los contamos a continuación:
LA LECTURA MEJORA EL FUNCIONAMIENTO DEL CEREBRO
Al igual que los músculos necesitan sesiones de entreno para mantenerse siempre a tono, con nuestro cerebro ocurre exactamente lo mismo.
Es por esto que anteriormente comentábamos la importancia que supone crear hábitos de lectura desde la niñez, puesto que ayuda a flexibilizar la mente y a aumentar la retención de memoria en años posteriores.
De todas formas, nunca es tarde para cogerle el gusto a la lectura, por lo que prueba a animarte con algún libro que te llame la atención y procura tener tu mente ocupada para ayudar a prevenir posibles problemas en el futuro.
REDUCE EL RIESGO DE PADECER TRASTORNOS COMO EL ALZHEIMER Y LA DEMENCIA
Según un estudio realizado en china a más de 15.000 individuos, las personas mayores de 65 años que tienen una rutina de lectura diaria, presentan menos probabilidades de padecer este tipo de trastornos que aquellas que no tienen este estilo de vida.
La lectura es una de las actividades más saludables para nuestro cerebro, puesto que estimula su actividad y fortalece las conexiones neuronales. Esto permite que, cuando lleguemos a una edad avanzada, el correcto funcionamiento del cerebro se vea protegido frente a síntomas de ciertas enfermedades degenerativas, como son el caso del Alzhéimer o la demencia.
AYUDA A COMBATIR LA ANSIEDAD Y EL ESTRÉS
Hay investigaciones que indican que la lectura puede ayudar a paliar tanto el estrés como los síntomas de la ansiedad. De hecho, demuestran que leer un buen libro puede reducir los niveles de estrés hasta en más de un 65%.
Las personas que leen frecuentemente son más propensas a ofrecer una respuesta previamente meditada ante cualquier estímulo, y no tanto a tomar decisiones impulsivas. Esto, aunque parezca no tener relación con el apartado, ayuda a abrir la mente frente a ciertos cambios de la vida, y a reducir los niveles de ansiedad ante cualquier incertidumbre o giro inesperado.
AYUDA A CONCILIAR EL SUEÑO
A la mayoría de personas mayores les cuesta conciliar el sueño más de lo normal, por lo que leer puede convertirse en un aliado para los momentos previos al dormir.
Leer nos ayuda a relajarnos, y al hacerlo, el cerebro envía señales al cuerpo para indicarle que es hora de desconectar.
Eso sí, es primordial que, en caso de tomar este hábito, se haga siempre con libros de papel y no con ediciones digitales, puesto que la luz de la pantalla puede enturbiar la experiencia de relajación.
ACTIVA LAS FUNCIONES COGNITIVAS

El simple hecho de leer algunos minutos al día, activa las capacidades cognitivas de manera significativa. Debemos tener en cuenta estas ventajas que aporta la lectura con miras al futuro, puesto que, a medida que avanza el tiempo y envejecemos, varias de estas capacidades cognitivas pueden verse afectadas. Algunas de ellas son las siguientes:
– La memoria: al leer un libro, estamos continuamente memorizando situaciones, nombres de personajes, lugares, escenas, etc. Por tanto, podemos decir que la lectura es una de las actividades primordiales que nuestros mayores deben llevar a cabo para trabajar este aspecto cognitivo. Además, la cantidad de emociones que nos puede llegar a transmitir un relato ayuda a asentar mejor los recuerdos dentro de nuestra memoria.
– Atención y concentración: para leer y disfrutar en condiciones del relato, hay que prestar atención a los detalles y mantener un nivel de concentración elevado. Es por ello que leer diariamente ayuda a mejorar nuestra capacidad de atención, y esta, junto con la memoria, es una de las capacidades que más alterada se ve con el paso de los años.
– El lenguaje: la lectura aumenta el vocabulario y permite que fluyan mejor las palabras y el lenguaje. Además, mejora tanto la expresión oral como la escrita.
Existe un estudio que ha sido desarrollado durante más de 15 años, en el cual los sujetos de estudio, al comenzarlo, tenían 55 años o más, y el nivel de fluidez verbal se vio afectado positivamente en aquellas personas que de forma frecuente leían libros.
SIRVE COMO ENTRETENIMIENTO Y AYUDA A GESTIONAR LA SENSACIÓN DE SOLEDAD
La sensación de soledad es un algo muy común en las sociedades desarrolladas, pero aún lo es más entre los adultos mayores.
Lo bueno que tiene la lectura es que, cuando empezamos un nuevo relato y nos absorbe, olvidamos cualquier sensación externa y nos limitamos a concentrarnos en la trama, por lo que el libro se convierte en un aliado ideal para estas situaciones tan cotidianas en la vida de una persona mayor.
Desde Ediciones Pangea esperamos que os hayan sido útiles estos 6 beneficios que la lectura puede llegar a ofrecer a una persona mayor, o a una de cualquier rango de edad realmente. Y recuerda: ¡nunca es tarde para cogerle el gusto a un buen libro!